Sara se encontraba atrapada en el videojuego, vio muchas cosas aterradoras, pero lo primero que vio fue un chico destruyendo demonios, estaba en una casa, abrió la cortina y vio un niño que tenía una cara muy triste, siguió mirando al niño que destruía demonios, veía también personas muertas, coches destruidos, hasta que se llenó de valor y salió de esa casa, fue a donde el niño y habló con él, y él le dijo que tuviera cuidado con ese demonio y en especial con lo que salía del cielo, para eso le dio un arma para que le ayudara a matar a los demonios, cada vez ella se sentía más rara, se sentía no hecha de piel, sino de elementos con los que se hacían los personajes de los video juegos, hasta que llegó un punto en el que por un descuido de ella desprotegió al niño, llegó un demonio y lo mató, el demonio se comía al niño poco a poco, hasta que no quedó anda de él, por fortuna Sara se escondió detrás de un carro, después de estar un rato detrás del carro el cielo se estaba tornando algo rojo, ella no sabía lo que era, hasta que recordó lo que le dijo el niño, salió el demonio y ella se preparó para dispararle con el arma, se acercó a él y le disparó hasta que notó que las balas no le hacían nada al demonio, pero cuando menos lo pensó el demonio la tenía en su mano y se la comió, ella llegó hasta el estómago del demonio, pensó como derrotarlo, hasta que se le ocurrió derrotarlo disparandole hasta el corazón del monstruo y disparó, eso hizo que el monstruo muriera después de varios disparos y todo regresó a la normalidad, el niño volvió a revivir, y el niño asomado a la ventana no tenía una cara triste sino feliz, y Sara volvió al patio del colegio, muy feliz de haber vuelto a la normalidad.
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